Es evidente, que la
decisión sobre la táctica y técnicas a emplear en una carrera de orientación
dependerá del tipo de terreno que separa los diferentes controles.
Un terreno con
grandes accidentes naturales o artificiales como lagos, trigales, sendas
importantes, invita a una orientación básicamente somera. Ver fig. 6A.
Un terreno montañoso
con curvas de nivel "rizadas", entraña muchas dificultades y el
método elegido debe ser de orientación precisa con el mapa, apoyado con
la brújula si fuese necesario. Ver fig. 6B.
Un terreno llano con
muchos detalles obliga al orientador a un tipo de orientación precisa con
el mapa y con apoyo de la brújula, siendo necesario el uso de la técnica
de talonamiento. Ver Fig. 6C.
Un terreno abrupto
tipo "montaña rusa" exige prudencia en el momento de elegir la
ruta, si pretendemos ahorrar esfuerzos. Ver fig. 6D.
Si además de ser un
terreno accidentado hay gran número de detalles en el mapa, deberemos escoger
la orientación precisa apoyada por la táctica de elección de la ruta.
Ver fig. 6E.
Si el terreno es
accidentado pero carece de detalles relevantes escogeremos la orientación precisa
ayudados por la brújula. Ver fig. 6F.
Libro Martin Klonlund